Malaria, tuberculosis, Alzheimer, SIDA, influenza, herpes genital, alergia al césped , diarrea del viajero… La industria farmacéutica está trabajando en vacunas para prevenir todas esas enfermedades y cualquier otra que se le ocurra. Algunas vacunas podrían estar disponibles en menos de cinco años.
La industria farmacéutica había dejado de lado las vacunas por considerarlas un remedio de uso limitado y que generaban pocos ingresos. Pero se han replanteado esa política y le están dando nuevo ímpetu a la producción de vacunas.
La perspectiva de grandes ganancias, los avances en la tecnología y el apoyo del gobierno se combinan para darle impulso a esta industria, que en tiempos recientes ha registrado grandes avances en la lucha contra distintos males.
"Incluso si sólo un pequeño porcentaje de todo lo que se está haciendo ahora funciona en los próximos 10 años, si se lo combina con lo hecho en la última década, estaremos hablando de una era dorada", afirmó Emilio Emini, director de investigaciones de vacunas de un importante laboratorio.
Las vacunas son consideradas hoy un elemento clave en el crecimiento de un laboratorio pues las empresas buscan formas de compensar la merma en la venta de medicinas con receta y de hacer frente a la competencia de las medicinas genéricas y a las presiones del gobierno para que bajen sus precios.
A diferencia de los remedios para tratar enfermedades, las vacunas ayudan a prevenirlas, reforzando las defensas naturales del organismo. Se las elabora a base de virus, bacterias o componentes de ellos que han sido anulados o debilitados y no pueden causar infecciones.
Las inversiones en la industria de las vacunas han subido a paso acelerado, especialmente desde la aparición de la pandemia de gripe humana. Se especula que la venta de vacunas se duplicará en los próximos cuatro años en Estados Unidos y generará 39 mil millones de dólares hacia el 2013.
Ello comparado con los 8 mil millones que devengó en el 2004. En la última década hubo importantes progresos y se desarrollaron vacunas contra la neumonía nuemocóccica y los rotarivus (dos de los males que más muertes causan en el mundo), así como contra la meningitis, el cáncer cervical y otras enfermedades.
La nueva tecnología permite crear y producir a nivel masivo vacunas para prevenir el dengue y combatir adicciones como las de la cocaína y la nicotina. La creación de vacunas para males como el SIDA y el Alzheimer generaría fortunas.
Lo mismo que la vacuna contra la gripe humana. Se calcula que en los próximos meses esa vacuna producirá unos 2 mil millones de dólares. Los laboratorios están ensayando las tecnologías más nuevas para la producción de vacunas y algunos científicos intentan producir una vacuna contra la influenza que ataca una parte del virus que no cambia de un año al otro.
En el futuro, las vacunas no implicarán necesariamente una inyección, sino que tendrán la forma de píldoras, atomizadores nasales y parches. En Estados Unidos, las vacunas habían quedado tan abandonadas que en el 2004 hubo una gran escasez. Hoy, los laboratorios de todo el mundo le apuestan fuerte a las vacunas. (AP)